por Steve Hagen
Una forma común de comprender el budismo es que en él existe la reencarnación. Pero si repasas las percepciones originales del Buda descubrirás que en ellas no se habla de la reencarnación. Lo que el Buda enseñó es que existía el renacimiento y no la reencarnación. Aunque a menudo se crea que significan lo mismo, no es así.
La idea habitual acerca de que nacemos, vivimos durante un tiempo y luego nos morimos, nos crea a los seres humanos un gran problema, porque entonces nos sentimos aterrados por nuestra ineludible mortalidad. La idea de nuestra propia muerte nos llena de congoja. Queremos saber «¿qué me ocurrirá después de morir? ¿Adónde iré?». O simplemente «¿desapareceré para siempre?».